El Templo de Hercules Gaditanvs, del mito a la realidad

Jose M Gil

 


Al sur de España, en la desembocadura del caño de Sancti Petri, en la localidad de San Fernando (Cádiz), se erige el castillo del mismo nombre. Pero, hace siglos, tuvo otro nombre, uno más ancestral y honorifico, para sus primeros pobladores era en honor al dios Melkart, para los romanos era el Templo de Herakleion o Hercules Gaditanvs.

Según Estrabón en su Geografía, fueron los colonos procedentes de Tiro los que fundaron la ciudad de Gadir. La leyenda dice que el oráculo de Tiro predijo que había que fundar una ciudad más allá de las torres de Hércules. Tras varios intentos, fue a la tercera cuando los auspicios fueron favorables. La ubicación idónea estuvo en la isla más alejada del archipiélago gaditano, Erytheia. Porque si, en tiempos de los fenicios Cádiz no estaba unida a la península como actualmente, sino que era un complejo de islas llamadas Gadeiras (fig. 1). Según Platón, este nombre proviene del antiguo gobernante de la zona llamado Gadiro o Gadeiron, soberano e hijo del dios del mar Poseidón y hermano de Atlas, rey de la mítica Atlántida. Además, Platón narra que Gadiro regia el extremo oriental de la Atlantida, concretamente la zona que comprendía las Columnas de Hércules hasta la región denominada Gadírica, Gadeirikēs o Gadeira en tiempos de Platón.

Fig. 1. Mapa del Archipiélago Gaditano. 

Entre estas islas podemos destacar, Erytheia, Kotinoussa y Antípolis, aunque, recientes estudios han determinado y descubierto el muelle de Gadir, que pondría de manifiesto la existencia de una cuarta isla o ínsula llamada Aphrodisías (fig. 2).

Pues bien, los fenicios ubicaron su ciudad en Erytheia como hemos dicho y en el extremo opuesto de la isla de Kotinoussa construyeron el templo dedicado a Melkart.

Fig. 2. Recreación de las islas gaditanas. UCA

El sincretismo que llegó a crearse entre la figura de Melkart y la del dios Hércules fue tan grande que el culto hacia el Hercules Gaditanvs fue muy importante en todo el imperio. Podríamos decir, que existió un peregrinaje, como en la actualidad ocurre con el Camino de Santiago, hacia este templo gracias a la relevancia que obtuvo. Es más, se sabe que Roma existió un templo en honor a Hercules Gaditanvs. Todo esto lo sabemos, en parte a los restos encontrados del templo que arrojaron muchísima información gracias a los exvotos encontrados allí. Nos referimos a un conjunto de bronces datados entre los siglos VIII-VII a.C (fig. 3). Estas figuras representaban un tipo de iconografía traída del mundo sirio/fenicio con la representación de Baal. Posteriormente, fueron empleadas para referirse al Melqart gaditano. Esto fue tan extendido, que podemos ver ejemplos de esta estatuaria en Huelva, Sevilla o Ibiza.

Fig. 3. Estatuilla del dios Melqart. Museo de Cádiz. 

Además, de ser uno de los santuarios más importantes del mundo antiguo, el templo también tenía un oráculo de gran predicación. Es por esto, que el Herakleion contó en entre sus visitantes con grandes personajes de la antigüedad. Desde Hannibal, hasta el historiador griego Silenos, hasta generales como Fabius Maximus o Poseidonios. Aunque, el más relevante es el famoso Julio César, cuando era censor de la provincia romana de Hispania Ulterior. Según cuentan las leyendas locales, fue en el templo donde César tuvo un sueño premonitorio en el cual dominaba el mundo entero. Cuanto menos es curioso esa historia, puesto que los testigos de su visita al templo dejaron constancia que Julio César lloró frente a la estatua del gran Alejandro Magno que allí se encontraba (fig. 4). Según dicen, porque a su edad él aún no había conseguido ni la mitad de lo que consiguió el rey macedonio. 

Fig. 4. Julio César ante la estatua de Alejandro Magno de Lino García (1772).

Su momento de mayor esplendor llegaría en época del emperador Trajano, con el cual alcanzó su máxima grandeza. Es justo de esta cronología donde encontramos numerosas estatuas ubicadas en el templo (fig. 5), que nos hacen pensar su relevancia durante esta etapa del Imperio romano. Su declive durante el Bajo Imperio romano no detuvo su importancia. Es más, según algunos textos, el Apóstol Santiago tuvo que arribar en sus costas para erradicar el culto al dios Hercules Gaditanvs y consagrar el edificio al cristianismo bajo la protección de San Pedro, de ahí su actual nombre, Sancti Petri. Según el programa de fundaciones monásticas de San Fructuoso realizado en época visigoda, existen referencias a este lugar en época islámica. Su fin posiblemente se diera con la llegada de los almorávides y almohades que pusieron fin a la tolerancia religiosa de la zona.

Fig. 5. Estatua de mármol de un emperador divinizado hallada en las aguas del islote. S.II d.C. 

En cuanto al templo en época medieval, solo existen algunos datos y textos al respecto. Algunos documentos atestiguan la existencia de una atalaya atunera o almenara en la isla de Sancti Petri. En el s.XIII, sabemos que el almirante genovés Zacarias llegó a construir una torre en el islote, durante la reconquista de Cádiz. En posteriores siglos encontraremos una serie de referencias a castillos, fortalezas o edificaciones en la isla, que nos podrían indicar que ocurrió con el templo.

La etapa moderna y contemporánea es donde encontramos una mayor cantidad de referencias e información acerca del castillo de Sancti Petri. Muchos viajeros, historiadores e investigadores de la segunda mitad del s.XVI hablaron o cartografiaron el área (fig. 6). En base a esto, posiblemente el nacimiento del castillo surgiera de la primitiva atalaya mencionada anteriormente. Esta, seguramente fuese edificada sobre alguna construcción antigua, como el templo de Herakleion. Por tanto, entre los siglos XVI-XVIII existieron una sucesión de construcciones que dieron como resultado un baluarte defensivo contra la piratería (fig. 7), que duró hasta los bombardeos franceses durante la Guerra de Independencia (1810-1812). Seria en esos años que el islote fuese utilizado ocasionalmente como prisión, como así atestiguan los informes secretos del Marqués de Villel a Martin Garay de 1809. Años después, en 1828, los franceses tomarían la isla hasta que fueron expulsados.

Fig. 6. Plano anónimo del islote. 1570


Un siglo después, en 1918 se instalaría en la torre homenaje ya existente un faro eléctrico que sirve de apoyo a las embarcaciones que quieren entrar en el puerto deportivo. Al igual que ocurre con otros yacimientos arqueológicos, el Castillo de Sancti Petri fue convertido en Bien de Interés Cultural en 1949.

Fig. 7. Plano anónimo de 1777, donde se muestra la construcción de una batería defensiva. 

En la actualidad se han llevado labores de restauración que fueron finalizadas en 2010. Dando como resultado un espacio y entorno único que aúna historia, naturaleza y turismo. En base a esto, debemos mencionar que a diferencia de otros yacimiento, el castillo de Sancti Petri alberga poco o nada de su etapa antigua. En la actualidad, cuesta mucho imaginar un templo grandioso, sino fueran por las reconstrucciones (fig. 8).

Fig. 8. Reconstrucción 3D del templo de Melqart/Hercules Gaditanus

En resumen, la historia de uno de los templos más importantes de la Península Ibérica queda entre el mito y la realidad. Sabemos pues, que durante mucho tiempo se asoció su construcción a los héroes troyanos, como ocurrió en algunas zonas del territorio. Pero la realidad, es que fueron los colonos fenicios los que erigieron el templo en honor a su dios Melqart. Además, conocemos su importancia y relevancia gracias a los restos arqueológicos y fuentes antiguas, por lo que podemos decir que estaríamos ante un santuario de peregrinación de la antigüedad. 

Pero, nos quedan dudas del porque de su declive. ¿Fue por su conversión al cristianismo? ¿Por qué su ubicación comenzó a ser cada vez más inaccesible? Preguntas que poco a poco irán respondiendo los investigadores, historiadores y arqueólogos. Puesto que si algo queda claro, es que bajo las aguas de ese islote mítico, aun queda mucho por descubrir. 

Bibliografía

Muñoz Pérez, J.J. (2011): La recuperación del castillo de Sancti-Petri: una deuda demasiado larga con la historia en Revista De Obras Publicas Órgano Profesional De Los Ingenieros De Caminos Canales Y Puertos.

Sáez Romero, A.M. (2005): Nuevos vestigios del santuario gadirita de Melqart en Sancti Petri (San Fernando, Cádiz). Congreso Internacional El Periodo Orientalizante, III Simposio de Arqueología de Mérida (Mérida, mayo de 2003), Anejos de AEspA, XXXIII, CSIC IAM-Mérida, pp. 873-878.

Sáez Romero, A.M. (2007): Aproximación al origen y evolución del Castillo de Sancti Petri (San Fernando, Cádiz). Castillos de España, AEAC, Madrid, pp. 3-12.



  

Jose M Gil / Autor

Historiador, divulgador, colaborador e investigador de cultura e historia LGTB+ .

4 comments:

  1. Bonita historia, muy bien explicada. Se puede visitar?

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    1. Siiii por supuesto que se puede. Se hacen visitas guiadas con travesía incluida, ya que para acceder al sitio tienes que ir en barco o lancha. Tanto el Ayuntamiento de San Fernando, como el de Chiclana tiene en sus webs estos recorridos. Si alguna vez estas por aquí, te invito a visitarlo.

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  2. Como apasionado de la história ya había leido acerca del templo del Dios Melkart. Aunque en el museo de Cádiz leí Hercules Libio. No Hercules Gaditano. Supongo que le llamarían así por estar cerca de Gadir. A mi entender Hercules formó parte de la mitología griega-mediterránea vinculada a las elites guerreras. El Héroe como ejemplo de hazañas y logros casi Divinos. Así lo venerarón todos los emperadores pués estava ya en el imaginario colectivo guerrero. Te invito que sigas mi blog.También me gusta la mitología aunque me estoy centrando más en los Iberos y celtíberos. https://signarioiber.wordpress.com

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    1. Oh! Iberos y celtíberos! que gran descubrimiento. Últimamente mis investigaciones y curiosidad me llevan por esas culturas, le echare un ojo a tu blog más que encantado. En cuanto a lo que mencionas, tienes totalmente la razón. Herakles/Hércules se convirtió en un referente para reyes y emperadores. Un ser mortal que ascendió a los cielos, de padre divino y madre mortal. No debemos olvidar, que los mismos emperadores se creían descendientes de dioses, por lo que intentaban emular las hazañas de Hércules en vida. El de Cádiz fue de especial relevancia gracias primero a la conexión de Balbo el Mayor con Julio César y sobre todo, al oráculo que existió en este templo. Un placer tenerte por aquí y ahora mismito me pongo a mirar tu blog! Gracias!

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