La homosexualidad en las Civilizaciones Antiguas (Parte III)




En este último post, hablaremos sobre las civilizaciones posiblemente más conocidas, pero que a su vez, se desconoce totalmente la mentalidad que tenían en cuanto a las relaciones homosexuales. Vikingos, celtas, mayas, incas o aztecas tuvieron sus propias formas de ver la homosexualidad. ¡Feliz Orgullo L.G.T.B.I.Q 2018!
EUROPA SEPTENTRIONAL
Vikingos
Como en muchas otras culturas, los vikingos toleraban la homosexualidad, siempre y cuando existiera un matrimonio heterosexual y una procreación. Esto aportaba al colectivo, hombres y mujeres para la defensa o los trabajos en el campo. Debemos recordar que en la antigüedad existía una alta tasas de mortalidad infantil, por lo que era necesario procrear y continuar los linajes. Lo importante en general era seguir las órdenes establecidas y no molestar a la comunidad. Podías tener compañeros o compañeras de tu mismo sexo sin importar consecuencias, siempre y cuando te ciñeras a las leyes no escritas, casarte y tener hijos.
Lo que si encontramos es que los vikingos tenían palabras para aquellos que se salían de estas normas establecidas. Por un lado, si un hombre no quería casarse era denominado fuðflogi (hombre que huye del órgano sexual femenino). Por otro lado, si una mujer no quería unirse a un hombre era conocida como flannfluga (ella quien huye del sexo masculino) (Jochens 65).
Al igual que en las culturas grecorromanas, el rol de activo era el bien visto. Siendo el rol pasivo motivo de burlas y exclusión social. Esto está estrechamente ligado al pensamiento vikingo de que, el rol activo era el líder y dominante, y el pasivo el que sigue y el sumiso. Famosos son los relatos en sagas, de cómo los vikingos violaban a los hombres y mujeres de tribus vencidas. Un claro ejemplo lo encontramos en la saga de Guðmundar Dyra. En esta saga el protagonista Guðmundr captura y planea violar a un hombre y una mujer como humillación sexual y social ante los demás.
No sabemos si esta práctica fue común entre todos los vikingos. Pero la agresión, sumisión y humillación a los pueblos vencidos era algo obligatorio entre las tribus vikingas. Por lo que, es más que plausible que la humillación y violación masculina a los vencidos fuese algo más que posible.
Muchos dioses, héroes e incluso los sacerdotes de estos dioses fueron conocidos por sus prácticas homosexuales. El más famoso de todos estos dioses es sin duda Loki, el cual adopto el papel de mujer y hombre en diferentes ocasiones. Este dios fue claramente bisexual, además de ser un cambia forma. Cuando adopto la forma femenina, se cuenta que fue engendrado por el semental del gigante Gylfaginning, llegando a dar a luz al caballo más famoso de la mitología nórdica, Sleipnir.
Un héroe nórdico, famoso por sus gestas es Grettir. En el poema que alaba sus hazañas se dice que había mantenido relaciones sexuales con "…doncellas y viudas, mujeres de todo el mundo, hijos de agricultores, los decanos y los cortesanos, abades y abadesas, vacas y terneros, de hecho, con cerca de todas las criaturas vivientes. " .
En cuanto a los restos arqueológicos, debemos mencionar las goldgubbers. Estas placas por lo general doradas, están talladas con la imagen de dos individuos abrazados. La creencia es que es una representación del dios Freyr y la giganta Erge. Posiblemente fueran empleados en las bodas, a modo de ofrendas o buena fortuna en el matrimonio. Pero los goldgubbers encontrados, visualmente parecen tallados con las figuras o bien de dos hombres abrazados, o de dos mujeres abrazándose.
Goldgubber

Por último, pero no menos importante, debemos mencionar la prostitución homosexual entre los vikingos. Existen indicios de que esta práctica existió, que había hombres que actuaban como prostitutos o concubinas. Diversas fuentes, relatan cómo se pagaba a hombres por estas prácticas, suponemos que siempre para adoptar el rol pasivo.
Celtas
La vida homoerótica celta es poco conocida. Los pocos testimonios que tenemos al respecto son provenientes de fuentes griegas y romanas como Posidonio o Aristóteles. El periodo que relatan estas fuentes viene desde la cultura de La Téne (Edad del Hierro) hasta la época de dominación romana. Debemos partir de la premisa de que todas estas fuentes relatan las observaciones de estos autores, sobre el pueblo celta.
La primera vez que se menciona la homosexualidad entre las tribus celtas, es en s.IV a.C. en un escrito de Aristóteles. Éste, relata como las relaciones homosexuales entre hombres eran aceptadas entre los celtas.
Un relato más fidedigno es el de Posidonio, el cual fue testigo de estos comportamientos entre las tribus celtas, como bien relata. Pese a esto, sus relatos no llegaron de primera mano, sino que fue e historiógrafo Diodoro, el que lo incluye en sus temas.
“Aunque tienen mujeres muy hermosas, se ocupaban poco de ellas. [...] Los hombres son mucho más aficionados a su propio sexo; acostados sobre pieles, se divierten con un amante a cada lado. Lo más extraordinario es que no tienen el menor recato ni dignidad; se ofrecen a otros hombres sin la menor compunción. Además, este comportamiento no es despreciado o considerado vergonzoso: al contrario, si uno de ellos es rechazado por otro al que se ha ofrecido, se ofende.”                                                                                                                                                                                     Diodoro
Este relato es significativo, ya que a diferencia de los propios romanos y griegos, los celtas mantenían sexo sin importar el rol que cada uno mantuviera en las relaciones. Tampoco importaba la jerarquía, daba igual si eran hombres libres o no. Lo que si recalca Diodoro es el carácter salvaje del sexo homosexual entre los celtas.
Ateneo de Náucratis confirma lo relatado por Diodoro y Posidonio, añadiendo que dichas costumbres fueron introducidas por los griegos. Como bien relata Ateneo, la gran diferencia con el mundo grecolatino es sin duda la aceptación y tolerancia del rol pasivo entre estas relaciones.
Hasta la inclusión del cristianismo en las zonas celtas durante el s.IV d.C. las relaciones entre hombres y efebos eran aceptadas social y moralmente.
En cuanto a las relaciones lésbicas, los autores no hacen mención alguna, siendo las masculinas las únicas que fueron relatadas y descritas. 
AMÉRICA PRECOLOMBINA
Mayas, Aztecas e Incas
Muchas de las crónicas y relatos sobre la homosexualidad en la América precolombina vienen de la mano de frailes y eruditos que llegaron allí tras su descubrimiento. Esto se debe mayormente, a que todo lo que conocemos de esa época proviene de lo relatado por los cronistas.
Los aztecas, incas y mayas compartieron una homosexualidad libre. Los cronistas relataron durante tres siglos (XV, XVI y XVIII), toda la diversidad de condiciones sexuales existentes en suelo americano.
En la zona del Caribe y América Central, la homosexualidad era reverenciada. Aquellos con esa condición eran tratados como seres mágicos. Podían llegar a tener poderes y estar cerca de ellos era sinónimo de buena suerte. El cronista Gonzalo Fernandez de Oviedo, relata como los aldeanos llevaban joyas y oro a estas personas para que le otorgasen protección y suerte.
El famoso fraile Bartolomé de las Casas, relata en sus escritos como los padres de las aldeas mexicanas, apoyaban e incentivaban a sus hijos. Si algún hijo quería, podía ser hija. Incluso los padres le buscaban marido.
Los caciques de la zona de Nueva Granada, incluso promovían las relaciones homosexuales entre sus súbditos. Este hecho es relatado por el fraile Pedro Simón.
Fray Gregorio García, relata como en el Imperio Inca existían prostíbulos masculinos, incluso había en la corte del rey inca jóvenes que atendían las necesidades carnales de los soldados. Estos prostitutos incas eran conocidos como pampayruna.
El cronista Joan de Santa Cruz Pachacuti Yamqui, relata múltiples historias que denotan como era la relación de los incas hacia los homosexuales. Mediante las crónicas podemos  conocer que adoraban al dios Chuqui Chinchay, que protegía y velaba por aquellos que según ellos tenían dos naturas (hermafroditas). También se pueden entender en sus escritos, como los incas tenían el concepto de dios creador andrógino.
Otro cronista relevante es Pedro Cieza de León, el cual relata un tipo de homosexualidad religioso entre los aztecas, cuanto menos curiosa. Debemos mencionar, que es casi una copia exacta de lo mismo que relato Bartolomé de las Casas. Encontramos que existía en cada templo hombres que se vestían de mujer. Estos tenían el deber de reconfortar a los señores y alta jerarquía.
Cieza de León también relata como en la zona ecuatoriana, el cacique Tumballá de la isla Puná tenía en su harem a varios hombres. Estos estaban totalmente cubiertos de oro y piedras preciosas. Algo que se ha sabido, es que esto no era algo único de la isla Puná, sino que encontramos que existieron otros caciques que cubrían a sus amantes masculinos también de oro y joyas.
Garcilaso de la Vega, gran cronista e historiador de su época, recoge en sus escritos una gran cantidad de mitos y leyendas sobre héroes gays en la zona ecuatoriana. Uno de estos mitos fue el de los gigantes homosexuales que llegaron a sus costas, vencieron grandes males y construyeron ciudades preciosas. Releyendo sus crónicas podemos llegar a la conclusión de que en las costas ecuatorianas, existían una gran relevancia y magnificencia sobre el tema homosexual.
Las relaciones homosexuales llegaron a ser idealizadas, algo que podemos encontrar en los restos arqueológicos de la cultura de Moche y Vicús, en el norte de Perú. Estas culturas plasmaron en vasijas y otros útiles, representaciones de la vida cotidiana de un homosexual. Uno de los grandes temas a plasmar en estas vasijas fue el de tener una relación homosexual con un ser mítico.


Cerámicas de la cultura Moché y Vicus
  
En cuanto a la homosexualidad femenina, debemos mencionar que existen muchísimos relatos sobre ella. Los incas por ejemplo, respetaban a estas mujeres, otorgándoles privilegios tales como luchar, tomar decisiones, contraer matrimonio con otras mujeres e incluso tener amantes sin ningún tipo de consecuencias. Según el historiador Agustín Zárate existió una región dominada exclusivamente por mujeres, donde solo aceptaban a los hombres como método reproductivo. Algo así como las amazonas griegas pero en territorio americano.
El cronista Antonio de Herrera y Tordesillas relata como las mujeres de la zona brasileña llegaban a tener un papel masculino. Según Herrera, “algunas mujeres dejan los ejercicios de mujeres, imitan a los hombres, se cortan como ellos los cabellos, van a la guerra y a la caza con arco y flechas”. Esto sin duda, repercutió en la creación del mito de amazonas americanas o como eran conocidas por los Incas, chanchak marmi, kakcha warkana o komí. Según esto, existieron múltiples tribus de amazonas, que llegaron a ser reinos, con una clara connotación matriarcal. Para que los hombres no pudieran tener control sobre ellas, vivían en ciudades infranqueables denominadas warmi pucará.

En resumen, la homosexualidad en la América precolombina fue bastante extendida y nada perseguida, pese a la errónea creencia. No fue hasta la llegada de los colonos y su perseverancia por evangelizar a las distintas etnias y tribus, que empezó a ser mal vista. Todos los cronistas de la época relatan en mayor o menor medida como eran las prácticas homosexuales entre los aztecas, mayas o incas. Desde Pedro Cieza de León, pasando por los famosísimos Garcilaso de la Vega o Bartolomé de las Casas, hasta Joan de Santa Cruz Pachacuti Yamqui han contado como los precolombinos veían a los homosexuales.  
CONCLUSIÓN 
Espero que este repaso por las más famosas civilizaciones antiguas y la forma de ver estas la homosexualidad, llegue a abrir mentes. Posiblemente muchos conocieran como el mundo grecorromano percibía a los homosexuales, pero es menos conocido como los mayas, vikingos o persas actuaban ante esta orientación. Posiblemente tengamos que aprender más de estas culturas antiguas, ya que cuando me disponía a realizar esta investigación, me he llegado a percatar que muchas de ellas nos llevaban siglos de adelanto en cuanto a aceptación, tolerancia y sobre todo igualdad. Porque al fin y al cabo, todos somos iguales, seamos de la condición que seamos.


Bibliografía

Crespo, M.A. (2014): La visión del otro: Homosexuales indoantillanos en la época de la conquista.
Montejo, M.A. (2012): La sexualidad Maya y sus diferentes manifestaciones durante el Período Clásico. Nueva Guatemala de la Asunción. Guatemala, C.A.
Ramírez, R. (2017): La sexualidad en el México Prehispánico, los mexicas del posclásico: un estado del arte. Universidad Autónoma del Estado de México.
Rosado, W. (2013): Sexualidad en la Mitología Nórdica.

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