Halloween es una de esas festividades
que creemos reciente e importada de EE.UU, pero que pocos saben su origen real. La primera mención
a dicha fiesta consta del s.XVI. En ese documento se constata la palabra
Halloween como un derivado de la expresión inglesa All Hallows Eve o Víspera de Todos los Santos.
Pese a esto, sabemos que Halloween tiene
su origen en una festividad celta mucho más antigua, conocida como Samhain, que
significa “fin del verano”. Para la cultura celta, esta fecha era de gran
relevancia, pues marcaba el inicio del Nuevo Año Céltico. Según su religión, el
día que precedía al Samhain (31 de Octubre), era el último día de verano. Por
lo que, el día 1 de noviembre comenzaba el invierno y el primer día del año nuevo
para los celtas. Además, para los celtas Samhain simbolizaba la conexión entre
dos reinos, el espiritual y el material. Durante esta fecha, la separación entre
ambos mundos se hacía más estrecha, por lo que espíritus, fantasmas y otros seres
deambulaban a su antojo.
Una de las tradiciones era la de honrar
a los ancestros familiares. Se invitaba a sus espíritus para homenajearlos y alabarlos.
A su vez, se ahuyentaba a los malos y malévolos espíritus mediante el uso de
trajes y máscaras, que despistaban a éstos. Se creía, que de esta forma se
adoptaba la apariencia de los espíritus y se evitaba salir dañados por ellos.
En Escocia se usaba dicha tradición, vistiendo a sus hombres de blanco y pintándoles
la cara de negro o usando máscaras.
El Samhain también era momento para hacer
inventario de los alimentos y para preparar al ganado para el duro invierno. Además,
el fuego desempeñaba un papel esencial en los rituales de esos días. Se
apagaban todos los fuegos de las aldeas, dejando únicamente el de cada casa.
Luego, se arrojaban los huesos de los animales sacrificados al hogar, para
honrar a los dioses por las cosechas y el ganado otorgado durante el verano. También,
era costumbre durante este día, el de atrapar manzanas. Se creía que muchas de
las predicciones para emparejar matrimonios provenían de las manzanas. Ya que,
para los celtas este fruto, estaba conectado con una deidad femenina del amor.
Por lo que atrapar manzanas, era un rito adivinatorio que realizaban las jóvenes
solteras. La primera doncella que atrapase una manzana seria la próxima en casarse.
Con la llegada del Imperio Romano a los
dominios celtas, la festividad se asimila y adopta. Esto fue fácil, ya que los
romanos tenían una festividad parecida en los últimos días de octubre, en honor
a la diosa Pomona, diosa de los árboles frutales. También, muchos de los cultos
y rituales realizados durante esta fecha, fueron combinados con otros
existentes ya en la cultura romana, sobre todo con los relacionados con la
diosa Hécate, diosa griega protectora de caminos y la brujería.
Diosa Pompona |
Diosa Hécate |
Cuando Roma se convierte oficialmente al cristianismo, se temió por las festividades paganas. Pero, muchas de ellas fueron asumidas y contextualizadas dentro de la religión católica. A lo largo del s.I d.C. diversos Papas, entre los que destaca Bonifacio IV, Gregorio III o Gregorio IV, otorgaron a la festividad pagana de un fuerte carácter católico, reconvirtiendo Samhain en el "Día de los Todos los Santos". El Papa Bonifacio IV reestructuró un templo romano dedicado a todos los dioses, convirtiéndolo en una iglesia en honor a todos los Santos, siendo su festividad el 13 de Mayo. Tras esto, Gregorio III traspasaría la fecha de dicha festividad, para hacerla coincidir con el día posterior a Samhain, el 1 de noviembre. En el año 840, Gregorio IV ordenó que el día de Todos los Santos fuese fiesta mayor y universal, por lo que la víspera a la celebración (31 de octubre), comenzó a ser conocida como All Hallows Even (Víspera de Todos los Santos). Con el tiempo, su pronunciación fue cambiando de “All Hallowed Eve”, pasando por “All Hallow Een”, hasta el hoy reconocido “Halloween”.
Papa Gregorio III |
Papa Gregorio IV |
Durante esta fecha no solo se honra a los fallecidos, sino que existen muchas tradiciones y costumbres que se realizan durante este día, como la de “truco o trato”. Según los escritos, esta tradición tiene dos orígenes. Por un lado, se cree que la expresión “truco o trato” obligaba a la persona a entregar dulces o de lo contrario se le podría maldecir. Por otro lado, se creía que los espíritus salían a demandar pagos de deudas, mientras que los niños solo querían dulces y golosinas. Por lo que, mediante esta frase era fácil distinguir entre vivos y muertos.
La verdad es, que desde el s.IX ya
existe constancia de tradiciones parecidas a esta. Se conoce que durante esta época
los romanos cristianos, viajaban durante la festividad de pueblo en pueblo
pidiendo una especie de pan cuadrado o torta, con la premisa de que rezarían por
los fallecidos a cambio de este alimento. Cuantas más tortas se tenían, mayor
era la oración por las almas de los fallecidos.
Existen muchas y diversas leyendas
entorno a Halloween, desde el mito de las hadas, hasta el fantasmagórico Jack
Linterna. En cuanto a las hadas, se creía que dejando alimentos en la puerta de
los hogares, estas vendrían y otorgarían bendiciones a sus propietarios. Por lo
que era común, dejar comida afuera de los hogares para estos seres.
La tradición de las linternas
construidas con vegetales como las calabazas, tiene varios orígenes. Uno de ellos,
es la creencia de que los irlandeses tallaban nabos o remolachas en forma de lámparas
para guiar a las almas de sus parientes muertos. Cuando los irlandeses emigran
a Norteamérica, cambian dichas hortalizas, por las hoy tan conocidas calabazas.
El otro origen, es el del humano llamado Jack y como fue capaz de apresar al mismísimo
diablo. Debido a su treta, al morir Jack no iría ni al infierno, ni al cielo,
por lo que vagaría por el mundo eternamente. Según el mito, el Diablo otorgó a
Jack fuego del infierno, para que alumbrase su camino durante su camino eterno.
Colocándolo dentro del hueco de una calabaza.
En cuanto a la tradición de disfrazarse podemos
decir, que durante los s.XIV y XV se popularizó aún más esta costumbre, sobre
todo en Francia. Aunque, ya no era como una forma de ahuyentar a los espíritus,
sino que los niños traviesos se vestían de fantasmas y salían a asustar a los
vecinos. Algo que ha llegado hasta nuestros días.
Por último, pero no menos importante, es
el uso empleado de este día en la brujería y superstición. Desde los wiccanos,
hasta los satánicos, todos usan este día como nexo de unión entre el mundo
espiritual y el físico. De ahí, que Halloween tenga el estigma de día para las
brujas, demonios y otros seres malignos. Muchas sectas, creen que durante la
noche de Halloween los poderes satánicos y ocultos están en su mayor apogeo.
Por lo que, cualquier bruja o hechicero puede realizar hechizos o maldiciones
complicadas, ya que Satanás y sus poderes son mucho más fuertes durante esa
noche.
Sea lo que sea, la realidad es que la festividad
de Samhain, ahora conocida como Halloween, ha sabido reconvertirse y sobrevivir
a distintas culturas y religiones a lo largo de todos estos siglos. Es
innegable que esta fecha está impresa de un fuerte carácter místico, que muchas
culturas han sabido ver y aprovechar durante todo este tiempo. Por lo que, no
es de extrañar que cada año, tenga más adeptos a celebrar esta festividad, ya
sea por diversión o religión.
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