Todos hemos
sufrido alguna vez por amor. La pérdida del ser amado se equipará en muchas
ocasiones con el duelo de un ser querido. Algunos son incapaces de recuperarse,
otros lo hacen a duras penas y muchos renacen de las cenizas como cual ave
fénix. La verdad es
que, pese a que la gran mayoría sobrevive a una ruptura sentimental, no lo
hacen sin alguna que otra herida de guerra. Esas esquirlas son como brasas a
punto de extinguirse, aparecen y resurgen en los peores momentos.
También merece
ser mencionado a parte las rupturas con el primer amor. Por mucho que no
queramos, peleemos o pataleemos nunca se olvida el primer amor. Pase lo que
pase. Da igual la forma de la ruptura, cuernos, dejadez o cualquier otro motivo.
Cuesta horrores deshacerse de la sombra del primer amor. Tendemos a mitificar e
idolatrar con el paso de los años esa relación.
Ya desde la
Antigüedad se temía tanto al amor, como al desamor. Famosos son los mitos como
el de Meles y Timágoras. El segundo amaba profundamente al primero, el cual no
sentía nada por el joven. Para deshacerse de él, le pidió que se tirase de una
roca alta. Timágoras acató la orden y se suicidó. El dios que vengaba el
desamor, Anteros, lanzó una flecha a Meles para que sintiera remordimiento por
lo ocurrido. Meles acabó tirándose de la misma roca cuando sintió lo que había
ocurrido.
Eros y Anteros by Rebenke en DeviantArt
A
lo largo de la historia encontramos muchos relatos sobre el desamor.
Posiblemente el desamor haya inspirado más que el propio amor. Canciones, mitos
e historias se han basado en relaciones rotas. Todo ser humano en algún momento
de su vida ha sufrido por amor. Sea porque no ha sido correspondido o porque se
acaba la relación. Salvo que seas un ser sin sentimientos, nadie está exento de
sufrir por amor.
Eros y Anteros de Sebastiano Ricci (1707) |
En definitiva, es natural sentir amor. Necesitamos sentirnos amados y amar a otras personas. Pero en la actualidad, no existe el “para siempre”. Vivimos en una era de amor express. Algo malo y bueno según como se mire, ya que igual tan rápido como viene el amor, se va. Hoy estamos enamorados de una persona y mañana de otra. No sé si es bueno o malo, pero es lo que toca vivir ahora.
Me
imagino a Eros y Anteros corriendo por todo el planeta lanzando sus flechas a
diestro y siniestro sin dar abasto. Lo que sí es realidad, es que el amor y el
desamor van de la mano, y que como decía la canción: “Nada es para siempre”.
Imagen inicial: Madonna Sixtina (1513-1514). Oléo sobre lienzo. Rafael Sanzio
Imagen final: Anteros de Alfred Gilbert, situado en Piccadilly Circus (1885)
Imagen inicial: Madonna Sixtina (1513-1514). Oléo sobre lienzo. Rafael Sanzio
Imagen final: Anteros de Alfred Gilbert, situado en Piccadilly Circus (1885)
"Me entenderás cuando te duela el alma como a mí" Frida Kahlo.
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