La magia en la Antigüedad



Magia o Heka como se la conocía en el Antiguo Egipto

Lo que hoy conocemos como ciencia, en la antigüedad era considerado magia o brujería. Para muchos autores clásicos como Plinio, Homero o Petronio, la magia era un don que pocos podían ostentar. La religiosidad en las civilizaciones antiguas también influyó sobremanera en la creencia de poderes mágicos y sobrenaturales. En Egipto por ejemplo, era de sobra conocido el uso de objetos y hechizos mágicos para consolidar el paso al más allá o la protección. Entre los magos y los sacerdotes existió una estrecha similitud, tanto que a veces sus labores eran confundidas. Quizás los magos y hechiceros más conocidos de la antigüedad fueron los druidas celtas. De estos, conocemos mucho gracias en parte a la televisión y las películas. Pero también existieron magos en Grecia, Egipto o Roma. 
En el ámbito grecorromano la magia fue algo esencial. Es verdad que durante el periodo heleno estuvo mejor considerada que en épocas de dominio romano, pero su uso estuvo presente en todo momento. Incluso, existía una diosa protectora de la magia y las brujas como fue Hécate. Esta diosa de origen asiático, se introdujo en el panteón griego, primero como diosa de los partos, y posteriormente como diosa patrona de las brujas y la magia. Esta adoración por una divinidad patrona de la magia, es un claro ejemplo de como la religiosidad y la magia estuvo estrechamente ligada en la Antigüedad.
Estatua romana de Hécate, réplica de una griega.

Incluso en grandes obras maestras de la literatura clásica, encontramos personajes con poderes mágicos. Los textos antiguos relatan y cuentan sobre personas con enormes poderes, no compartidos con el resto de los mortales. De esta forma, encontramos conocidas practicantes de magia como lo fueron Medea o Circe. Esto, denota cual fuerte era el conocimiento de los antiguos por seres mágicos y con poderes. Circe era hija del dios Helios y la oceánide Perse. Vivía en la isla Eea, donde practicaba la magia y la herboristería. Medea por su parte, era sobrina de Circe e hija del rey Eetes. Es de sobra conocida por participar y ocasionar bastantes problemas a Jason y sus argonautas, gracias a sus poderes mágicos.
   
Circe

 
Medea

En cuanto a restos arqueológicos, se han encontrado numerosas tablillas y exvotos, con hechizos, maldiciones, rituales tanto de magia blanca, como de nigromancia. Todo aquello que no se podía explicar, era considerado magia. Aquellos “fenómenos extraordinarios” de la naturaleza,  llegaban a ser considerados producto del uso de poderes mágicos, de personas versadas en estas facultades. Por tanto, fenómenos como los eclipses o los terremotos, podían ser designios de los dioses o producto de fuerzas mágicas muy poderosas.
Tablilla de maleficios encontrada en una excavación
Los eclipses lunares por ejemplo, eran mucho más temidos en la antigüedad que los solares. Se creía que durante estos, las brujas y magas absorbían la “espuma” que la luna dejaba en la tierra, volviéndolas más peligrosas y temibles. También, muchos de estos poderosos magos, no solo tenían conocimientos en herboristería, sino que conocían bastante bien los astros. De esta forma, podían prever los acontecimientos celestiales. Gracias a lo cual, podían atemorizar y dominar a la población, amenazándolos con provocarlos sino cumplían sus exigencias.
Otro tema a tratar en la magia, era la diferenciación entre mujeres y hombres. Por regla general, las mujeres eran más aptas para el uso de la magia que los hombres. Durante la época clásica, encontramos que la presencia femenina en la magia era más potente. No era de extrañar, puesto que desde la Prehistoria, las mujeres estuvieron ligadas a la religión. La magia y la religiosidad, estuvieron en sintonía con la Naturaleza. Además, en la Prehistoria las mujeres fueron las únicas en saber cultivar la tierra, dando lugar a tribus con sistemas matrilineales. Con el tiempo, estas jefas de tribus fueron consideradas sacerdotisas de la diosa madre tierra, dando lugar a cultos por todo el mundo de deidades femeninas relacionadas con la tierra. Esto conformó, que la magia y el culto a la tierra estuviera estrechamente ligadas de por vida. El culto a deidades como Ceres, Deméter, Cibeles, Gea o Isthar, refuerzan la idea, de que la magia y la naturaleza fueron una en algún momento de la historia. Por tanto, no es de extrañar que sean mujeres como Circe o Medea, las recipientes del don de la magia, ya que cultivaron la tierra y fueron de algún modo sacerdotisas/magas.
Circe

Con la romanización, comienza a aparecer una disminución de los ritos mágicos. Pese a esto, encontramos textos, que relatan cómo se empleaban fórmulas mágicas para diversos actos.  Uno de esos métodos o fórmula mágica empleada fue la evocatio. Mediante la evocatio se intentaba ganar el favor de los dioses del enemigo. Sabemos que los romanos se expandieron por medio mundo conocido. Pero, para ganar esas batallas no solo confiaban en sus dotes militares, sino que se ayudaban de rituales para ganarse a los dioses del enemigo. El ritual consistía en invocar a las deidades del enemigo, prometiéndoles rendir culto en el Imperio Romano, a cambio de ganar la batalla.
Otro tema a tratar es el de la adivinación. De sobra conocido eran los oráculos, siendo el más famoso el de Delfos. En estos lugares, mediante el poder de la adivinación se podía predecir el futuro de la gente. También existieron los augures en la Antigua Roma. Estos usaban los restos mortales de animales o personas para vaticinar los designios de los dioses. La adivinación fue de los poderes mágicos más codiciados.
Recreación romántica del Oráculo de Delfos

Entre los restos de una excavación en Pérgamo se encontró un conjunto de objetos para la adivinación. Dentro de este conjunto destaca el prognosticon. El prognosticon fue un disco grabado con símbolos mágicos que se usaban para descifrar las predicciones.
Prognosticon

La relación entre vudú, sexo y magia es un tema también muy importante en la Antigüedad. Diversas excavaciones han reportado muñecos vudus o kolossoi que estaban vinculados a hechizos de carácter amoroso/sexual. Se solían enterrar junto a tablillas de maldiciones para fortalecer aun más el conjuro. El origen de esta práctica posiblemente provenga de Egipto, puesto que se usaban en los enterramientos de los faraones, a modo de maldición a los enemigos de éste. Se solían enterrar en lugares de culto de divinidades terrenales o cementerios, dependiendo del uso que se le diera. Los más famosos eran los kolossoi de tipo amoroso, pero encontramos también de protección, para maldiciones o para defenderse de otros.  

      
Muñeco kolossi dentro de urna metálica

Muñeco kolossis

Por último, debemos indagar en el tema de los amuletos y exvotos mágicos. En todas las civilizaciones y religiones de la antigüedad se usaron estos objetos para múltiples usos. Desde ayudar contra males de ojos, provocar tragedias en otros o ayudar en el paso al más allá. Se usaban muchísimos tipos de amuletos. Anillos, collares, pulseras o pectorales. Los más famosos en la Roma fueron las bulla. Se empleaba para evitar y proteger a los niños de los males de ojos. En Egipto se enhebraban amuletos dentro de los restos momificados para así ayudar en el paso al otro mundo. En Grecia por ejemplo, se escribieron papiros donde relataban desde recetas de medicina, hasta fórmulas mágicas o plegarias hacia dioses para conseguir objetivos, luego se enrollaban y colocaban en recipientes para proteger o maldecir.

Bulla romana para proteger a los niños.

Amuletos egipcios para el más allá

En resumen, podemos constatar que en la Antigüedad la magia fue esencial y bastante popular en todos los estratos de la sociedad. La magia y la religión estuvieron estrechamente ligada desde el principio de los tiempos. Los sacerdotes y las sacerdotisas fueron en esencia magos y magas, que mediante distintos estímulos conseguían lo que se les pedía, buena suerte, maldecir, protección o adivinación.  Aunque, no solo existió la adivinación, sino que encontramos que la magia se expandió por otros derroteros como la astrología, la alquimia, la aromaterapia, la medicina o la guerra. No es una locura afirmar entonces, que los primeros sacerdotes del mundo en la prehistoria fueron los chamanes. Esos chamanes que se introducían en cavidades montañosas para dibujar, entrar en estados alterados o simplemente para meditar. Porque la magia ha acompañado al ser humano, durante toda su existencia. Porque la magia ha estado ligada a la Naturaleza desde inicio. Y porque, la magia seguirá siendo parte esencial del hombre hasta el fin de sus días. 
Recreación romántica de un chamán prehistórico

Referencias bibliográficas
Martín Hernández, R (2011). “Conversaciones con la muerte: Diálogos del hombre con el mas allá desde la Antigüedad hasta la Edad Media”. Consejo Superior de Investigaciones Científicas de la Universidad Complutense de Madrid. Madrid.
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Donoso Johnson, P (2010). “La magia y sociedad romana en tiempos de Petronio”. Revista Electrónica Historias del Orbis Terrarum. Edición y revisión por la Comisión de Estudios Clásicos. Num 05. Santiago. 
 

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