Desde hace siglos gran parte del mundo
celebra durante estas fechas el nacimiento de Jesús de Nazaret. Pero, en teoría
la fecha de su nacimiento fue otra, en primavera concretamente. Entonces, ¿por
qué celebramos durante el invierno su nacimiento? Sencillo, cuando se instauró
el cristianismo como religión oficial, se prohibieron todos los cultos y
fiestas en honor a otras deidades. Ante tal complicada tarea, las autoridades
solo pudieron asimilar y reconvertir dichas tradiciones en suyas propias.
Muchos de los dones y atributos de los dioses grecolatinos fueron otorgados a
santos y vírgenes de la Iglesia. Mientras, que las festividades más arraigadas
y famosas reconvertidas en fechas claves del cristianismo. Esto ocurrió
precisamente con el 25 de diciembre. Dicha fecha era clave para la cultura
grecorromana, puesto que celebraban diversas fiestas las Saturnales y las
Brumales.
Las
Saturnales
Las Saturnales fueron unas fiestas en
honor al dios Saturno. Este dios fue muy relevante en la cultura romana tanto
como el propio Júpiter. Fue un dios protector de la agricultura, por lo que su
culto fue muy extendido en toda la Antigua Roma. Su festividad estuvo ligada al
solsticio de invierno. Se le rendían honores, además de gratificarlo por las cosechas
obtenidas. Por otro lado, sus fiestas iban de la mano del final de los trabajos
en el campo y la siembre de antes de invierno.
Img 1. Fresco representando un banquete. Pompeya. |
Su culto fue oficial hacia el 217 a.C. y se consagró a este los días posteriores al 17 de diciembre, puesto que ese día se había construido un templo en honor a esta deidad en el foro de Roma. La festividad constaba de un gran festejo repleto de comida, donde los asistentes se daban regalos. Esta fiesta bebió mucho de las bacanales, donde corría el vino, la comida, el desenfreno y el sexo. Por este motivo, los cristianos veían mal esta festividad.
Img 2. Representación de la fiesta y el desenfreno durante las festividades romanas. |
Según los diversos escritos oficialmente la fiesta era el día 17 de diciembre, pero se extendía varios días hasta casi el 23/24 de diciembre. Julio Cesar incluiría un día más en estas fiestas e incluso Calígula añadiría dos días más (gran juerguista donde los hubiera). Además, según algunos escritores dicha fiesta era “el mejor de los días”.
Img 3. Saturnalia romana. |
En resumen, las Saturnales se podían describir como una mezcla de Navidad y Carnaval actual. Una semana de fiesta, donde la comida, el vino y el sexo estaba a la orden del dia. Ademas, en muchos casos los esclavos eran liberados de sus ocupaciones, por lo que podían participar de las fiestas y del desenfreno del momento. Incluso, en muchas ocasiones esclavos y amos intercambiaban los papeles, siendo los esclavos los dueños y los amo los que servían.
Img 4. Fresco representando una función teatral típicas de los festejos romanos. |
Al igual que ocurre en la actualidad, durante las Saturnales, se decoraban las casas con flores, plantas y se encendían velas por toda la casa. De esta forma, se rendía honor a la luz que pronto volvería.
Sol
Invictus
El culto al Sol Invictus comenzó a
popularizar durante el Imperio Romano tardío. La premisa de esta festividad era
la del sol venciendo a la oscuridad y volviendo a nacer, es decir la historia
de un sol conquistador (Dies Natalias Solis
Invicti). Las fiestas eran desde el 21 al 25 de diciembre, fecha en la que los
días eran más cortos. También eran conocidas como Brumales. Una fiesta en honor
al sol, la cosecha y el renacimiento de la luz solar tras el invierno.
Img 5. Relieve del Sol Invictus. |
El culto al Sol Invictus comenzó a ser popular durante el reinado de Heliogábalo (del cual ya hemos hablado anteriormente). Dicho emperador impuso el culto a una deidad solar llamada El Gabal, de su cuidad natal y de la cual él era sumo sacerdote. A si mimo, relegó a un segundo plano al resto del panteón de dioses, lo que provocó junto a sus desvaríos varios que lo asesinaran en el 222 d.C. No obstante, tras su muerte los siguientes emperadores siguieron honrando al dios solar, acuñando incluso monedas con su efigie.
Img 6. Relieve de distintos emperadores con la corona solar como el Sol Invictus. |
Durante el mandato de Aureliano, el Sol Invictus se convirtió casi en única deidad de los romanos. El emperador intentó de esta forma que todos los pueblos tuvieran un único dios al que honrar. Todas las civilizaciones tienen un dios solar por lo que no traicionarían sus creencias. Aureliano creía fervientemente en la idea de “un dios, un imperio”. De esta forma los sacerdotes del culto al Sol Invictus se convirtieron en pontífices de alto rango y se proclamaron juegos en honor al Sol. Este principio lo adoptaría más tarde el emperador Teodosio I, el cual acuñó en muchas monedas el titulo de “deus et dominus natus” (Dios y señor nato).
Img 7. Moneda de época del emperador Probo. En el anverso la imagen del emperador con la corona solar. En el reverso el Sol Invictus montando una cuadriga y la leyenda "Soli Invicto". |
Fue tal el fervor a esta deidad que Constantino decretó en el 321 d.C. el dies Solis, es decir el día del sol, ubicado en lo que hoy conocemos como domingo.
Los siguientes emperadores hasta Teodosio I
acuñaron todas sus monedas con la leyenda de “Soli Invicto Comiti”. No seria hasta el 380 d.C. cuando este
emperador proclamó como única religión oficial el cristianismo, aboliendo así todos
los cultos paganos incluyendo el del Sol Invictus. Así mismo, cambio el dies Solis como dies dominicus. Con la nueva religión oficial, el culto al Sol se
transformó en lo que hoy conocemos con religión católica. El 25 de diciembre,
nacimiento del Sol Invictus, pasó a ser el día del alumbramiento de Jesucristo para
asemejar la pasión de Cristo con las virtudes de este culto, vida, muerte y
renacimiento.
Img 8. Retrato de Justiniano I. |
Cristianización de las fiestas paganas
La elección del día 25 como fecha del
nacimiento de Jesús de Nazaret fue 200 años después de dicho alumbramiento. Por
lo que, a ciencia cierta no se podía saber la fecha exacta. El nuevo orden
establecido escogió entonces una fecha clave del calendario romano, el
nacimiento del dios sol. Esta festividad representaba el solsticio de invierno,
honrando de esa forma a Saturno. Durante las fiestas, los romanos por decirlo
de algún modo se descolocaban, algo que veían mal los cristianos, como ya hemos
comentado anteriormente.
Img 9. Comparativa del Sol Invictus y Jesucristo. |
Cuando el cristianismo se convirtió en religión oficial de Roma, se intentó prohibir dichas prácticas, aunque fue en vano. No seria hasta el 529 d.C. que el emperador Justiniano declarase la Navidad festividad del imperio. De esta forma, los ritos paganos fueron sustituidos por el nacimiento del hijo de Dios.
Img 10. Retablo típico del alumbramiento de Jesucristo. |
Pero debemos remontarnos más atrás, hacia el 320-350 d.C. cuando el Papa Julio I fijó la Navidad en el 25 de diciembre. Como ya hemos mencionado, hasta entonces se tenia la teoría de que el nacimiento de Jesucristo había sido en primavera, aunque en la Biblia nunca menciona fecha de su nacimiento, solo de su muerte. Posiblemente, fuese una forma de convertir a los paganos al cristianismo, asimilando la fiesta pagana de la cosecha y el sol.
Tal y como hemos dicho anteriormente, cuando
Justiniano I proclama que el cristianismo es la religión oficial, se prohíben todos
los ritos paganos. Durante los siguientes siglos, se ira absorbiendo las
festividades paganas y haciéndolas coincidir con fechas claves del cristianismo.
La Natividad, la Asunción, el Día de todos los Santos y la Navidad. Paulatinamente
la población olvidó a los dioses antiguos y comenzó a festejar dichas fechas en
honor a la nueva religión.
Deidades
nacidas en Navidad
Los días que rodean al solsticio de
invierno fueron clave en muchas culturas, no solo en las de la vertiente mediterránea.
Sabemos pues, que para los aztecas del 7 al 26 de diciembre se celebraban
fiestas en honor a la llegada del dios Huitzilopochitl, dios del sol y la guerra.
Por otro lado, los incas también celebraban el nacimiento de su deidad solar.
Para los incas el dios Inti era el mas importante de su panteón, por lo que el
23 de diciembre festejaban su nacimiento.
En Babilonia se rendía culto al dios
Tammuz, el cual para ellos había nacido el 25 de diciembre. Sus festejos fueron
muy conocidos. Cuando los romanos llegan y los conquistaban, absorben dicha
deidad en su panteón y la asemejaron con Saturno. Posiblemente el origen de las
Saturnales viniese de esta festividad invernal.
Img 11. Relieve del dios Tammuz, rodeado de seres alados parecidos a los ángeles. |
Los egipcios también rindieron culto a Amon Ra durante el mes de diciembre, siendo en muchos casos la fecha del 25 de diciembre como fecha de su nacimiento. Por otro lado, los nórdicos también durante esa fecha festejaban el nacimiento de la diosa Freya.
En resumen, todas las culturas tuvieron
una gran conexión con el solsticio de invierno y de ahí que muchos de sus
dioses primordiales nacieran durante esas fechas. Si bien es cierto, que eran
dioses solares ligados a la cosecha. Para estas culturas los rayos solares
engendraban vida y durante estas fechas el sol bajaba de intensidad y fuerza,
para volver más fuerte en primavera. Era comprensible que rindieran cultos y
festejos para que su deidad renaciera y volviera a darles vida en la próxima cosecha.
Por otro lado, es lógico que los
cristianos colocaran una fecha tan clave de su religión durante esta fecha. El
sol renace al igual que lo hizo Jesucristo. Vence a la penumbra del invierno
para renacer. Las semejanzas están servidas. Lo que si esta claro, es que
celebramos una fiesta que es mucho más antigua de lo que nos quieren hacer
creer. Seguimos haciendo lo mismo, comer y beber en exceso, festejar e
intercambiar regalos, sin saber que es una tradición que nació hace mas de 2000
años.
Bibliografía
Perez Yarza, L. (2017): “Sol Romano y Sol Invictus. Circo y ludi en Roma”.
Imágenes
Imagen inicial: Romanos en la
decadencia. Thomas Couture (1847)
Imagen final: La
Juventud de Baco. William Adolphe Bouguereau (1884)
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